viernes, 18 de diciembre de 2009

 Dylan abrió los ojos. no recodaba nada.
-¿Dónde estoy?
 Se levantó. Vio que tenía el pijama puesto y que estaba en la cama. Vio  a Justin a su lado, mirándolo.
-¿Qué haces aquí, pelma=¿Y qué pasó anoche¨? Porque no recuerdo nada de nada...
-¿Y tú que crees?¿No notas  la resaca? A mí me duele mogollón, pelma-se llevó cómicamente las manos a la cabeza.
-¿Resaca, qué reaca? Pero si no me duele nada.
-Pues te encontramos desmayafo.Te quedaste trompa en la orilla del lago, no te encontramos hasta las 10 de la mañana.
-¿Qué?-Entonces, en un flash, todos los recuerdos volvieron de golpe a su cabeza, aturullándolo. Se le grabaron a fuego en la memoria. Tiritó alo recordar el horror, el miedo, como aquella cosa lo había arrastrado al agua, aquella voz y sobre todo, lo que había pasado abajo. Lo que había pasado abajo...
-¡JASMINE!-gritó. Justin dio un respingo del susto. Dylan se levantó de la cama y se comenzó a vestir ´con rapidez.
 -Dylan, tío,¿qué te ocurre?
-Jasmine...¡DÓNDE ESTÁ! -cogió por los hombros a Justin y lo zarandeó como si fuese un mulñeco de trapo.
-Calma, pelma, calma, que lo más seguro es que haya vuelto a su casa.
-No, no lo ha hecho. Dios mío...-
-Dylan, tío, ´¿Adónde vas?. No le dio tiempo a acabar la frase, Dylan había salido corriendo como alma que lleva al diablo.
 No tenía ni idea de dónde vivía Jasmine, pero se iba a asegurar bien de encontrarla. Buscaría por Central Park y por todo New York en una sóla mañana si era necesario. Ya se iba a asegurar él de que así fuese....
 No paró de correr hasta llegar allí, la gente se giraba  al vrlo pasar y  algunos le insultaron pero eso a él no le importaba: la urgencia era demasiado grande.Lo recordaba todo, y con lo que había visto sabía con una indeseada claridad que podría haber pasado cualquier cosa...
 Aquella mañana Central Park estaba ya bastante iluminada, y había bastante gente.
 Pero la encontró, afortunadamente dio con ella. Alesha y otra chica, que era compañera de piso de Jasmine, estaban intentando levantarla, pues estaba inconsciente.
 Se acercço a ella con cuidado.
-Alesha...¿Cómo está?
-¡Y yo qué sé!La acabamos de encontrar!-parecía algo molesta.
-.¡Vosotros dos nos habéis tenido muy preocupados!¿No os podríaís haber enrrollado en cerquita nuestra!¡'Creíamos que os había pasado algo!
-Esto...¡pero si no nos hemos enrrollado! No sabía si decir la verdad.
-Sí, ya y tampoco estábais trompa.
 Dylan se cruzó de brazos y se defendió:
-No más que vosotros desde luego....
 Alesha le miró enfadada, pero la otra chica interrumpió.
-¡Ya, ya , os peleáis luego! Ahora tenemos que llevar a Jasmine a su casa.
 Y eso hicieron. Dylan las convenció para no tener que llevarla al hospital. En su fuero interno sabía que sería una locura de las gordas...
 La dejaron en su cama, Alesha se fue pronto, (para no discutir con Dylan) y la otra chica se dedicó a prepararle a Jasmine algo de comer. Jasmine seguía inconsciente.
 A él no le había pasado nada (al menos eso creía) y deseaba con todas sus fuerzas que a Jasmine tampoco. Y que de paso no recordase nada al despertar.
 Se arrodilló a su lado. y cogió su mano, luchando por no echarse a llorar.  Al poco rato no  vio nada más...

-Dylan, despierta...
 EL joven abrió  los ojos al escuchar su voz.  Le sonaba muy lejana,como si estuviese en un sueño. Se apresuró a despejar aquella bruma, algo asustado.
-Estas...despierta,¿cómo teencuentras?
-¿Cómo quieres que me encuentre?
  En efecto,¿cómo quería que se encontrara? No tenía muy buen aspecto, aunque, es justo decirlo,el tampoco estaba demasiado bien.
-Dylan,¿recuerdas lo qué pasó a anoche?
 " Cómo para no recordarlo" Las esperanzas de Dylan  de que no recordara nada quedaron frustradas al instante, al ver su expresión supo quelo recordaba todo con detalle.
-Jasmin,no pienses en eso ahora...-le dio un beso en la frente, acariciándole la mano con dulzura.
-Más quisiera, Dylan,más quisiera olvidarlo. No sabes cuánto. Pero nopuedo.Y sé que tú tampoco.
"No sabes cuánta rtazón tienes.Ojalá no la tuvieras"
-Tienes razón.Pero,¿qué podemos hacer?
-Esto,por ejemplo.-Jasmine se incorporó,y,cogiendo la cara de Dylan con las manos, le besó.
 Dylan estaba sorprendido, pero correspondió a este beso con ganas, y con fiereza.http://estadoavatar.blogspot.com/2008/09/mmorpg-legends-of-arena_18.html

jueves, 10 de septiembre de 2009

La semilla de la flor maldita


Odio los aviones, te lo aseguro. Son tan sosos y aburridos... ¡y encima la comida es asquerosa!- le espetó Dylan al de al lado, que se había quedado dormido hacía media hora. Así era mi primito. No es que les tuviese miedo a los aviones, simplemente los odiaba, los aborrecía. Se aburría tanto que no paraba de parlotear con el de al lado. En cuantito que llegó al aeropuerto cogió sus dos maletas y salió pitando de allí."¿Cojo un taxi o me voy andando? Se lo pensó durante un ratito."Mejor andando, Greenwich está muy cerca de aquí." Y sin importarle el peso de las maletas se puso a andar, observando la vida de las calles de Cambridge.¡Sooon, sooon! -¿Em? Ohhh, ¡me olvidé de que tenía una cena esta noche! Solo tengo una hora, ¡si llego tarde el pelma de Justin me matará! Así que tuvo que salir corriendo, pero no vio a una mujer que iba con la misma prisa.¡CRAS!-¡Los siento mucho, señor! ¿Puedo ayudarle?Mientras se agachaba para ayudarle, Dylan la miró de reojo, ¡ciertamente tenía un aspecto bastante curioso! Se veía a las leguas que era gitana pero había cosas extrañas en ella. Como, por ejemplo, su pelo, que aún siendo negro era de un ondulado bastanta elegante, que le caía sobre la espalda. Su nariz respingona, sus labios finos también escondían algo extraño, a pesar de sus vivos ojos del color del chocolate italiano.Su vestimenta era más extrañatodavía, de fantasía... La gitana levantó la cabeza y dijo:-¿Te conozco de algo?-¡Lo dudo mucho, nunca antes estuve aquí, soy un forastero!-Hummm, ¿estás seguro?-¡Fijo!- dijo él, bastante nervioso, y se marchó corriendo, temiendo el ataque de nervios de Justin. Cuando llegó al hall vio a su amigo plantado ante la puerta con los brazos cruzados.-Llegas tarde.-Mi avión se retrasó.-Para ti un avión "siempre" se retrasa.-Mira, pelma-dijo Dylan rápidamente-Si un avión tardase lo que a mi se me antoja, aún no habría llegado ni llegaría nunca, ¡entremos, pelma!- dijo empujando suavemente a Justin y entrando a toda prisa. Entró en el slón y se sentó a cenar. Antes de empezar a comer miró a su alrededor. Vio a todos sus amigos, aquellos que había conocido en internet, otros que eran de su país, Londres, y a su ex, ALesha, que durante toda le velada no paró de mirarle de reojo, cuando su novio actual no miraba. Tras la cena, un par de horitas en la disco y unas cuantas copas (seis), Dylan se fue a la cama. Aquella noche soñó que estaba en un bosque a medianoche, pero que apenas podía ver porque una densa niebla le tapaba la visión. Sin venir a cuento sintió un extraño miedo, un instinto que le hizo apartar las nieblas como moscas ysalir corriendo. Corrió hasta que las nieblas desaparecieron, y entonces, se quedó parado en una oscura colinita. Allí vio algo que hizo que cayera al suelo de rodillas...¡PLASHHH!
-¡AHHHH!
El joven se cayó de la cama del susto, totalmente empapado de agua.
-¿Justin? ¿Qué demonios haces tú aquí a estas horas?
-¡Yo, despertarte, memo!¡Que vamos a llegar tarde!
-Vale, vale, me levanto, ¡salta de mi ventana, pelma!
Justin le obedeció y juntos se encaminaron a su primer día de clase.
El día pasó rápido, y en su aula había tanta gente, que Dylan ni siquiera se molestó en observar a sus compañeros. Todos estaban demasiado ocupados escuchando a su profesor, el señor Thompson. Parecían autómatas.
Cuando acabó la clase toda la pandilla se reunio en una esquina de la sala, en medio de todo aquel jaleo de estudiantes que iban y venían.
-¿A qué es genial?
-¡Sí, aunque parece que será duro! El señor Thompson tiene pinta de ser un poco...
-¿Un poco qué?
-.....¿duro de roer?
-¿Qué esperabas?, estamos en la uni ya, pelma. Por cierto, ¿qué os parece si esta noche vamos a aquella nueva disco, para celebrar que hemos empezado.
-Me parece una gran idea, pero deberíamos invitar a algunos de estos pardillos.
-Henry, no seas cruel.
-Es tonto, simplemente.
-¡Dejadme ya de una puñetera vez! ¿A quién invitamos?
-Pues...-pensó Alesha- La joven se alejó del grupo y llamó a tres personas, y cuando iba a venir vio a otra chica y con sorpresa la llamó también.
-No te había visto antes.
-¡Anda, ni yo! ¿Cómo te llamas?
-Alesha, ¿y tu?
-Jasmine.
-Bonito nombre, ¿vienes con nosotros?
-Hummm, ¡vale!
Todos se sorprendieron al ver a la chica, pero nadie dijo nada e finjieron que no pasaba nada.
Aún así, todos hicieron muy buenas migas con la chica.
Les parecía raro ( como a mucha gente) que una gitana hubiese conseguido entrar en Harvard, y una hembra gitana, más raro todavía.
Y al paso de los días más raro comprobar de que la chica era una excelente estudiante, y que tenía una inteligencia escalofriante que nada pegaba con su carácter dicharachero, extrovertido y alegre. Esa inteligencia más bien parecía propia de.... aquella gente fría y calculadora. Una extraña combinacíón al fin y al cabo.
Pero los cautivó a todos muy pronto.
2 meses, casi a principios de diciembre decidieron quedar en central Park, una noche en la que hacía uno de esos días impropios de calor por aquella época.
Salieron a cenar por ahí, fueron a la discoteca un rato y a la una de la mañna se fueron a Central Park de picnic nocturno
Se pegaron una jueerga monumental, y a las 3:30 de la madrugada estaban ya todos borrachos. Los más borrachos habían empezado a enrrollarse entre ellos, otros dormían la mona en la hierba y Dylan estaba tirado a la bartola, a punto de quedarse dormido también..
Jasmine estaba algo borracha también, pero estaba acurrucada agarrándose las piernas con los brazos, como para evitar que se le partieran. Parecía prepcupada. Entonces sonó su móvil.
-Enseguida vuelvo-musitó. Pero sólo la escuchó Dylan, que se empezó a espabilar, de puro aburrimiento.
Pasó lo que a Dylan le pareció media hora, y , preocupado ,salió a buscarla. Pensaba que no era tanto, pero se aburría.
No tardó mucho en encontrarla. Estaba sentada a las orillas del lago con expresión triste. El joven se apresuró a sentarse a su lado.´
-Ah, hola, Dylan.
-Jasmine,¿Te encuentras bien?
• ¿Has venido a buscarme, Dylan? Sabía que no tardarías.
• ¿Qué no tardaría…?
• En venir a buscarme alguien, por…
• Lo demás están como cubas a estas horas.
• No, como para no darme cuenta.
Y luego añadió.
• De todas formas, no quiero volver, ya es muy tarde.
• ¿Y piensas quedarte toda la noche aquí?
-…
• ¿Puedo quedarme un rato contigo? Me aburro allí.
• Como quieras.
Los dos jóvenes se quedaron callados un buen rato mirando el lago, que se veía negro, iluminado por la pálida luz de una luna llena que se hacía cada vez más pequeña. Aquella noche no había farolas, así que todo aquello tenía un aire casi… misterioso y escalofriantemente romántico.
• Oye, Jasmine.
• ¿Sí?
• ¿Alguna vez has sentido que… estabas a punto de caer?
• ¿Qué quieres decir?
• Tener la sensación de estar a punto de caerte por el abismo.
La chica le miró con curiosidad y luego suspiró, y con el ceño fruncido dijo:
• No lo sabes tú bien.
• La vida da muchas vueltas, demasiadas vueltas, y , en algún momento, necesitamos hacer borrón y cuenta nueva.
• ¿Y esto a qué viene?
• No lo sé ni yo. Quizá a que me pongo sentimental por la noche.
• ¡…y nunca mejor dicho!-exclamó la chica con risitas y chiribitas de petulancia en los ojos.
• ¡Oye, no pienses así que yo soy muy decente…!
• ¡Tranquilo, tranquilo, sólo te estaba vacilando!
• Como si no lo supiera-dijo Dylan ceñudo, pero sonriendo.
Se miraron. Ella parecía querer decir muchas cosas con la mirada, cosas que no podía contar por algún oscuro motivo. Algo que, sin saber cómo, el joven tenía una vaga idea. Una lejana idea.
Pasaron otro rato hablando de cosas banales y luego volvieron a mirarse fijamente. Luego ocurrió algo que tenía que ocurrir inevitablemente.
Puede que estuvieran borrachos, quizá por eso, no se sabe. Lo que sí se sabe es que sin venir cuento Dylan se acercó más a Jasmine, puso una mano en su nunca y otra en su mejilla y…la besó.
Aquello los cogió a ambos por sorpresa, sobre todo al mismísimo Dylan, pero no paó.
Al principio se sintió muy confuso y desorientado, pero ni siquiera se molestó en apartarse. No encontraba en sí mismo el deseo de hacerlo, y obligó a la joven a abrir la boca, tratando de forzar una respuesta en ella.
Jasmine se sintió más confusa todavía y dividida. Una parte ella le gritaba que parase, que tuviese cuidado, y en otra se sentía en el mismísimo cielo, como si hubiese ganado una guerra.
Así que le devolvió el beso. Si, ya, esto parece el preludio a n buen revolcón. Pero hay que recordar que alrededor de sus vidas rondaban varios fantasmas del pasado y algo nuevo, nuevo y antiguo.. inmortal, estaba a punto de nacer….
Y ocurrió:
Jasmine comenzó a sentir una extraña agitación interna que comenzó a despertarla de su letargo, y un agradable fuego que le recorría las venas como si fuese ponzoña. Era algo más aparte del despertar de la pasión, Jasmine sabía muy bien lo que estaba a punto de ocurrir pero estaba encantada de que comenzara en aquella situación, así que agarró a Dylan por las solapas y le besó con mucha más fiereza que antes, obligándole a apoyar las manos en el suelo, cerniéndose sobre ella, y a responder con más fiereza todavía.
Dylan comenzó sentir cierto cosquilleo y, separándose de ella por un momento, le susurró:
• No sé si lo que estoy empezando a sentir tiene que ver o no con el sexo. ¿Tú qué crees?
• ¿Es desagradable?
• ¡No, pero es raro!-dijo él, y volvió a besarla.
Perdieron la noción del tiempo allí.


Al cabo de diez minutos y golpe sordo se cruzó entre ellos, empujándolos.
• Esto es muy extraño-dijo Dylan…-¿de veras que es así?
Jasmine suspiró y se le escapó:
• ¡Ojalá fuese sólo el calentón!
Dylan la fulminó con la mirada y se le escapó una sonrisita malévola.
• ¡No me mires así, vas a hacer que me sonroje, Dylan!
Entonces Jasmine miró al cielo, una luz verde se encendió en su cabeza y murmuró, subiendo el volumen a cada palabra:
• Oh no, oh no, ¡oh no!
• ¿Qué es lo que pasa?
Jasmine le contestó, pero parecía que hablaba consigo misma.
• Eso significa que Thomas…¡oh, dios mío!
• ¿Quién es Thomas, tu hermano?
• ¡Dios mío, sí! A Thomas le ha pasado algo.-Jasmine se levantó, miró al vació como si la muerte se irguiera ante ella, caminó de espaldas, como si quisiese huir, y de hecho, huyó, salió corriendo como alma que lleva al diablo.
Dylan se asustó. ¡Y mucho!
• ¡Jasmine!-gritó, y salió corriendo en pos suya.
Podía oírla, oía sus pasos pero no podía ver nada.
No paró de correr mientras fue viendo pasar un árbol tras otro. No paró de correr cuando sintió el aire frío en la cara ni cuando escuchó algo parecido a un zorro. No paró de correr cuando vislumbró un pequeño claro, n cuando escuchó un grito en plena noche. Tampoco paró de correr cuando una lechuza negra como la noche pasó por su lado. No quiso parar de correr ni cuando escuchó un sollozo y unas voces furiosas.
Sólo paró cuando llegó al claro, y allí vio algo que hizo que se echara a temblar de puro terror. Se di cuenta de todo y, mirándola, cayó al suelo de rodillas.